17 de septiembre de 2015

La casa de la bailarina



Todo empezó el año 1876, cuando José Sarrà, que se fue a hacer las américas, volvió de Cuba y compró la finca del castillo y unos cuantos terrenos en el entorno del río.
Entre el castillo y el río se hizo construir una torre, donde pensaba vivir con su familia. 
No pudo disfrutar mucho tiempo de la prosperidad familiar porque el año 1877 falleció....



Áurea de Sarrà (foto extraída de internet)


Áurea de Sarrà nació en Barcelona en 1889.
El apellido de Sarrà con el que se la conocía lo adoptó de su hermana mayor, Emilia Sarrà Adrià, compartió su infancia con ella. Emilia fue la única heredera de la gran fortuna de José Sarrà.
Áurea siempre estuvo muy unida a Emilia, con quien compartía ideas e intereses comunes. Llevó una vida intensa, apasionada y frenética, en medio de lujos magníficos, éxitos espectaculares, polémicas encarnizadas, y viajes por medio mundo.
Los teatros mas importantes de Europa ofrecieron sus danzas, Grecia la consagró y la devolvió a casa cubierta de honores.





Entre viajes y actuaciones, esta casa era su refugio.
Emilia, la hermana mayor y propietaria de la finca, fue la cómplice y valedera de la bailarina hasta su muerte, en 1930. Y en su testamento dejó la finca en herencia a Áurea y a su hijo pequeño nacido en 1922.




A partir de 1934, Áurea vivió una gran historia de amor con José Francés (Periodista, Dramaturgo, Ensayista, Traductor, Novelista, Crítico de Arte, y organizador de exposiciones)


En esta antigua foto Áurea de Sarrà y José Francés apoyados en la fachada de la casa (foto extraída de internet)


La pareja alternaba sus estancias en esta casa, con temporadas en su palacete de Madrid, rodeados de buenas pinturas, sedas y brocados, libros, y recuerdos de tiempos magníficos




Áurea y Francés aparecían a menudo juntos en público, él para dar conferencias y ella para ilustrar con sus recitaciones los versos de los poetas de los que hablaba Francés





Áurea con la vestimenta de Teresa de Jesús, en el Teatro Herodes Ático, al pié de la acrópolis de Atenas (foto extraída de internet)


Hacían vida de señores. Ambos habían conocido tiempos prósperos, pero las cosas no siempre fueron fáciles, disponían de un gran patrimonio, pero ni los cuadros ni las tierras no producían rentas y la finca tenía fuertes gastos de mantenimiento y las penurias económicas llegaron pronto.


Áurea vestida para interpretar "La bailarina del Rey" en el Palacio Real de Egipto en 1925 (foto extraída de internet)








No permitieron nunca que su ritmo de vida se viera alterado.
Eran los señores de su pueblo, y en Madrid alternaban con la aristocracia.










La censura también les afectó. Francés no pudo estrenar nunca "Judit", que debía protagonizar la misma Áurea, ni pudo reeditar sus obras porque fueron consideradas inmorales por los censores franquistas.










Francés murió en 1964 y fue enterrado en Madrid.
Áurea sobrevivió diez años más, y cuando murió en 1974, fue enterrada junto a su hermana Emilia entre la iglesia y el castillo, donde aún reposa en su única y última "Domus Aurea", un austero mausoleo con esa sola inscripción y una pequeña cruz, grabadas sobre la piedra gris.




Los textos de este reportaje son fragmentos extraídos del artículo "La Domus Aurea de A. de E." de M. V. publicado en la Revista de G / número 186 enero-febrero 1998

Reportaje realizado por:
-- Pablo Rodriguez S. --
Fotografías © Olvidado y decadente
Todos los derechos reservados


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